¿A quién benefician realmente los estímulos de la FED? | Intereconomia.com – RSS de Intereconomía

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En las próximas semanas, Ben Bernanke y la Reserva Federal (FED), el banco central de EEUU, evaluarán la necesidad de su economía de recibir un empujón en una nueva ronda de “relajación cuantitativa” (quantitative easing), lo que significa comprar activos financieros para inyectar más dinero en la economía. La FED debe considerar si la economía necesita ser catapultada de este modo, si será una medida realmente efectiva o si supondrá riesgos para la estabilidad financiera.

Y hay otra cosa a tener en cuenta: ¿cómo afectaría una tercera ronda de relajación cuantitativa (QE3) a los niveles de desigualdad de EEUU? El Banco de Inglaterra ha revelado datos críticos con este tema en un nuevo informe que demuestra que la relajación cuantitativa británica han beneficiado a los más adinerados desproporcionadamente.

“El 10% más rico de los hogares en Gran Bretaña han visto aumentar el valor de sus activos a 322,000 libras [510,000 dólares] como resultado de los intentos del Banco de Inglaterra de utilizar la creción electrónica de dinero para propulsar la economía tras su recesión de posguerra más grave.

El Banco de Inglaterra ha calculado que el valor de las acciones y bonos ha subido un 26% o 600,000 millones de libras. Hay unas 10,000 libras de media invertidas en activos financieros por familia en el Reino Unido. En cualquier caso, el 40% de las ganancias fueron percibidas por el 5% más rico de los hogares”.

Esta es una de las formas en las que se enfoca la relajación cuantitativa: subiendo los precios de los activos con la intención de elevar la economía en general.Y según el Banco de Inglaterra , el hogar británico con ingresos medios, solamente tiene invertidos unos 2,370 dólares en activos financieros. Por lo que los grandes beneficios van a parar a las familias más pudientes.

Estados Unidos es un caso muy parecido a Reino Unido, la distribución de los activos financieros también están repartidas de forma sesgada. En el informe de la FED,se calcula que la familia americana con ingresos medios tiene unos 19.900 dólares invertidos en activos financieros. En cambio, los hogares con mayores ingresos tienen de media 423.000 dólares invertidos en activos financieros. Por ello, si la FED intenta estimular la economía de ese modo, las ganancias serán conducidas, en su mayor parte, a los más pudientes.

La lucha contra la desigualdad debe dejarse a los legisladores.

También se producen otros efectos. Como ha informado The Wall Street Journal, los esfuerzos de la FED para contraer las tasas de interés han mejorado la situación para los americanos más adinerados. Por ejemplo, es muy barato conseguir una hipoteca actualmente, aunque solo un reducido grupo de personas pueden convencer a un banco de que se la otorgue.

Otros señalan que existe otra cara de la moneda. Si los esfuerzos de un banco central sirven para apuntalar la economía en general, los resultados podrían valer la pena. “El hecho de que los ricos se hayan beneficiado más de la QE no significa que los demás no hayan salido ganando”, asegura Chris Dillow, de Investors Chronicle. “La gente sin activos financieros, (se ha beneficiado) en la medida que la QE ha mejorado la seguridad laboral y reducido el valor de la deuda», insiste. En un reciente informe de NBER se argumenta que una política económica demasiado restrictiva que mantiene el desempleo podría potenciar, más que cualquier otra cosa, las desigualdades. Desde esta perspectiva, «mejorar el mercado laboral es lo mejor que la FED puede hacer a favor de la igualdad, independientemente de los efectos a corto plazo”, sentencia en declaraciones recogidas por Brad Plumer en The Washington Post.

Dillow también argumenta que la lucha contra la desigualdad debe dejarse a los legisladores, pues no es responsabilidad de los bancos centrales. “Si no te gusta ese impacto de distribución”, explica, “ la solución es mitigarlo mediante un sistema de impuestos y prestaciones”. Así, cabe destacar que que un mayor estímulo fiscal por parte del Congreso podría ser un modo de impulsar la economía sin elevar los activos de los más pudientes. De hecho, en ciertos puntos, Bernanke ha pedido al Congreso que de un mayor apoyo a la economía, aunque sus peticiones no fueron complacidas, por lo que esta semana, la tercera ronda de relajación cuantitativa ha creado tanta controversia.

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